martes, 4 de octubre de 2011

Fingiendo

Trato de siempre sonreír, no porque siempre este feliz, sino porque no me gusta hablar de lo que me está pasando, porque siento que nadie me entenderá.


Muchas veces llegan personas a mi contándome sus mayores problemas como si yo no los tuviera, y trato de ayudar en algo con una palabra o simplemente con un abrazo, pero siento que cada vez que necesito que alguien me escuche no hay alguien ahí para tenderme una mano cuando mas lo necesito.


Cada vez que intento desahogarme ese alguien tiene algo de lo que desahogarse también y mi ser interior no me deja ser mezquina y solo hablar, termino escuchando todos sus problemas y ayudándole, pero y yo, que se supone que haga yo cunado necesite desahogarme, hablar sola, mirar a la pared y  llorar. Yo también necesito ese alguien que me tienda su hombro o un abrazo, necesito saber que no estoy sola.


Tal ves sea mi culpa por el simple hecho de siempre sonreír, pero no es justo que los demás piensen que a mi nada me pasa, que vivo en un mundo feliz, porque no es así. Vivo en un lugar donde no quiero estar, donde tengo muy malos recuerdos, donde no estoy tranquila, donde no me puedo relajar, donde siempre espero que alguien me grite, donde mis mayores logros no son celebrados y mis metas no son apoyadas, vivo en un lugar donde nunca me he sentido cómoda.


Trató de siempre sonreír y no perder nunca  la esperanza, pero es difícil mantenerla cuando te repiten una y otra vez que nunca lograrás nada.


Creo que algún tendré que sacarme la mascara y dejar que vean que soy una persona mas, espero que cunado el día llegue no sea tarde.

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